Terminator Dark Fate

Bien podría ser una síntesis del momento que estamos viviendo. Por las decisiones que toma el director, es una película políticamente correcta, rayando en lo militante. Tiene las agendas del momento: El empoderamiento de la mujer, el empoderamiento latino, el drama migrante, e incluso, el problema de los trabajadores. El empoderamiento de la mujer y del latino, pues en el rol de héroe, van 3 mujeres y un hombre, de las cuales, la heroina principal, es mexicana (cosa muy rara). La película habla de una mujer obrera, con un hermano (papel completamente innecesario), que es el siguiente objetivo de los terminator. Esta historia pudo haberse llevado a cabo en cualquier lugar del mundo, incluidos los EU, pero decidieron trasladarla a México,  y al ser así, nos permite sin reservas, ser testigos de la verdadera amenaza de las máquinas: Una fábrica en la que un brazo robot sustituye a los trabajadores. Ahí las máquinas ya están causando estragos, al generar miles de desempleados. Es parte de la automatización lógica que viene con la tecnología, pero si la gente se queda sin trabajo, sin duda es una tragedia. Después el circulo de ataque-defensa-huida  propio de la franquicia, que aparentemente tendrá una salvación mas allá de la frontera, y asi, se introduce el fenómeno migrante. Algo parecido a la bestia, con su dramatismo, la solidaridad de la gente, y el tipo de gente que elige el director para ser migrante, pues no escoge solo hombres que podrían en algún momento ser acusados de ser “bad hombres”, por el contrario, podemos ver  familias en el tren. En la frontera, los centros de detención, nuevamente el director toma no solo a hombres sino a mujeres con aspecto triste e indefenso, y a los policías de la “migra” como cazadores de personas. En las formas de la cacería y el trato, son retratados un poco mas cerca de “los malos”. Cumple también con el empoderamiento femenino muy del 2019. El fenómeno de rehacer las películas con versiones femeninas en lugar de la anterior con hombres. Lo hicieron con Cazafantasmas, lo hicieron con Men in Black, y ahora con Terminator. Es un problema que intenten el posicionamiento feminista con refritos. Y tiene un fenómeno que ya lo vemos con cierta frecuencia: El papel del hombre como centro de la familia. Pasa con Avengers: Los padres, los que llevan la ternura y el espíritu familiar son Tony Stark (3000), Hawkeye que incluso se retira para estar con su familia, y Ant man, cuyo motor es su hija. El fenómeno solo cambia el rol, se cambia el género y termina por parecer forzado. En terminator, pasa de nuevo, el que lleva el rol de la ternura, de la compasión, es Carl (Schwarzenegger, de una manera forzadísima). En resumen, sin bien es una película que vale la pena ver, por ser entretenida y bien elaborada en los efectos especiales, también es una película que representa un posicionamiento político y de género mal disimulados que bien podría ser en unos años, un buen referente para el momento que ahora estamos viviendo. 

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