Matar a un ruiseñor, de Harper Lee.

Vale la pena escribir acerca de "Matar a un Ruiseñor". Es el tipo de libro que uno no puede vivir, o ser padre, sin haberlo leido.
Trata a grandes rasgos, de una pequeña parte de la vida de dos niños en Alabama, E. U. en la época de la "gran depresión", la trama es narrada en primera persona por "Scout"(Anne Louis Finch), hermana menor de Jeremy, quienes viven con su padre Atticus, y su nana.
Es un gran logro la forma como narra la inocencia, la forma de ver la vida, las motivaciones, y los miedos, de unos niños de clase media, huérfanos, hijos de un abogado cincuentón.
El libro, bajo esta premisa, trata diferentes temas en la sociedad en un pueblo de Alabama. Aborda como la pobreza y la ignorancia, son factores importantes en el desarrollo de los niños de entonces.
El libro rescata de manera sutil, temas como la ignorancia, la pobreza, el racismo, la exclusión social, la justicia, la niñez, el machismo, etc...
La trama poco a poco se engarza con un juicio muy sonado en el pueblo, donde Atticus es el abogado de un negro enjuiciado por violación, con las implicaciones de defender a alguien que ya fue declarado culpable por la opinión pública en un Estados Unidos en su versión mas racista.

Como siempre, sin ser un experto, considero que la forma en la que se desarrolla el libro, es muy ligera, con capítulos que van dibujando suavemente  a los personajes, y dejando cierta enseñanza moral, sin ser un libro moralista pretencioso.
 Por la forma de narrar en primera persona, resuelve algunos capítulos de manera magistral sin lagunas y con buenos recursos.
Entre los personajes bien construidos, queda para la posteridad el gran Atticus Finch.
Abogado, casado ya grande con una muchacha que moriría a los 2 años de dar a luz a "Scout".
Sus hijos lo respetan, pero desconocen en realidad quien es. Atticus (llamado de esta forma por sus hijos,  en lugar de papá), es un personaje sabio, que con trabajos, a ratos solo,  educa a sus hijos con parámetros de justicia.

A "To kill a mockingbird", se le otorgó el premio Pulitzer en 1961, y fue adaptada para cine al siguiente año.
La película, nominada al Oscar por mejor película, también se considera como de las películas obligadas para la gente que gusta del buen cine.

En resumen, es un libro obligado para la cultura general, muy disfrutable, edificante, y con una película muy bien adaptada.

Dos apuntes finales: Este año se publicó la continuación (Ve y pon un centinela), mas de medio siglo después del anterior. Habrá que revisarlo.
Para los lectores en inglés, la edición en paperback es bellísima (la de la foto de arriba).


Matar a un ruiseñor

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